Ayer no sólo se festejó un aniversario más del 25 de mayo, sino que también se cumplieron 11 años de gobierno kirchnerista. Se ha hecho mucho en estos años pero lo que verdaderamente muestra la realidad de un país son los resultados observables a simple vista, en la calle misma, en un supermercado, en el ámbito de trabajo, o en las oportunidades perdidas por este gobierno para crecer no sólo en el mercado interno sino también en la competitividad e inserción en el mercado internacional. Hoy nos encontramos con sueños incumplidos, hoy nos encontramos con las manos vacías, con las esperanzas desgastadas y con un cansancio de observar siempre el mismo rumbo. Comenzamos a transitar caminos inciertos, palabras que se deshicieron en el aire, una catarata de mentiras, un país atravesado por la corrupción en su máxima expresión. Un país con altos índices de delincuencia, de inflación, sueldos licuados, trabajos tercerizados, un vaciamiento en las reservas del Banco Central