La realidad muchas veces supera a la ficción y las acciones humanas nos dejan atónitos cuando son continuamente erróneas y mal analizadas previamente. El conflicto que arrastra a la Argentina en cuanto a YPF se vio reflejado en las pésimas decisiones tomadas por los diferentes gobiernos. Lo lamentable comienza cuando se vendieron sus acciones a la empresa española, Repsol, por aquellos años 90, cuando Carlos Menem regalaba el país. Pensábamos que jamás nuestra propia petrolera volvería a las manos de los argentinos, hasta que la actual presidenta, Cristina Kirchner, tomaba la decisión de estatizarla el 16 de abril de 2012. El proyecto de ley produjo muchos conflictos pero se logró aprobar y la incertidumbre giraba en torno a quiénes serían los encargados de controlar a la petrolera Argentina. Repsol tomaba cartas en el asunto y decidía demandarnos por una suma de $20.000 millones de dólares por la expropiación de YPF ante el Ciadi (Centro Internacional