Muchos dicen que no alcanza un mandato para conocer a un Presidente de la Nación, aunque siempre existen excepciones en la política, como todo en la vida.
El discurso de Mauricio Macri inaugurando las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación para este 2018, alejó esta teoría, giró la mirada hacia la centroizquierda, dejando en evidencia la táctica del Gobierno y del “duranbarbismo”, a un año de las próximas elecciones.
Los terceros años presidenciales suelen ser movidos en materia legislativa, aunque teniendo en cuenta que el mundial paraliza al país y al mundo, mientras se mira fútbol, los políticos preparan el terreno para lo que vendrá. Y pensar que aún, una gran parte del arco opositor se sigue preguntando: ¿cómo puede ser que haya ganado Macri? Mientras Cambiemos plantea la estrategia para su reelección, algunos quedaron congelados en diciembre de 2015, el trauma fue grande.
El jueves, el Presidente llegó, se sentó frente a todo el Congreso y dio un discurso que dejó con la boca abierta a más de uno, pasó desde el aborto, a la igualdad de género, desviando por la reforma del Código Procesal Penal y llegando a un nuevo puerto, que por convicción o juego, la izquierda no supo quién estaba hablando.
Acostumbrados a 5 o 6 horas de discursos de la expresidenta Cristina Kirchner, Macri habló poco pero planteó un escenario que pocos vinieron venir, tocó temas que nadie se animó en estos años de democracia, un tema que no sólo divide a la sociedad sino también a su aliada más católica, Elisa Carrió.
Mientras la diputada nacional pidió “por los creyentes no hablar de aborto”, su “compinche” comenzó a abrir el debate, un debate que se hizo esperar.
Muchos juegan a las adivinanzas: ¿Macri se volvió feminista?, ¿es una cortina de humo para tapar los temas económicos?, ¿Macri se volvió de izquierda?, ¿es un aprovechamiento político?, pero pocas certezas encuentran.
Y si a todo eso, le sumamos la gran ausencia de los Kirchner (Cristina y Máximo) en el recinto es la combinación perfecta a favor de Cambiemos. Todos saben que dejar espacios vacíos en política es favorecer al “enemigo” y justamente se vio venir el final. Después de la derrota en Provincia de Buenos Aires, la exmandataria se pronunció más por las redes sociales que en el Congreso.
Las alarmas están encendidas en la oposición porque entienden que con el peronismo dividido y una sociedad totalmente polarizada, las chances de que gane el Gobierno nuevamente, son casi una realidad.
El 2018 será un año de mucha confusión para los partidos políticos que no están en el poder y el gurú de Cambiemos aprovechará esa oportunidad.
El discurso de Macri desafía a la oposición a pensar en un cambio sustancial, que aún no han podido observar. Será pelear en 2019 o mirar cómo un nuevo paradigma, el que nadie veía venir, se queda 4 años más en el oficialismo.
NO ME IMPORTA EL DISCURSO, SI NO LOS HECHOS Y ESTOS SON TODOS CONTRA EL PUEBLO TRABAJADOR Y LA CLASE MEDIA...AUNQUE COINCIDO CON VOS QUE EL TRIUNFO ESTÁ CASI ASEGURADO YA QUE NO EXISTEN ALTERNATIVAS VIABLES.
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