Nos vamos acercando a la recta final de esta primera etapa, en caso de que haya balotaje, o etapa final en caso de que el candidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli gane en primera vuelta, algo que ya dudan incluso en el propio oficialismo.
Se vivió una campaña aburrida, casi sin propuestas, pocas voces, ya que nadie arriesga nada por miedo a equivocarse. No se mencionaron gabinetes completos, en algunos casos, nada. Salieron algunos nombres por parte de algunos partidos, pero sin demasiadas especificaciones.
Esta es una elección donde la sociedad va casi a ciegas a votar porque no se conocen plataformas completas.
Los candidatos jugaron al ‘primero que se equivoca pierde’, es decir, no hablar directamente.
No hubo demasiados movimientos desde las PASO hasta este tramo, más allá de algunos dirigentes massistas que se fueron o volvieron al kirchnerismo.
Las encuestas casi no se arriesgaron a dar un panorama claro y preciso porque ni los argentinos saben aún lo que terminarán votando. Hay muchos indecisos o que aún pueden cambiar su voto, lo que demuestra el vacío de lo que transmitieron los candidatos. Como se suele decir, ninguno enamora.
Se habló mucho del llamado ‘voto útil’, algo que llamó mucho la atención y que hace ruido en un sistema democrático, ya que ningún voto es inútil, a lo sumo podríamos hablar de ‘voto estratégico’.
Esto enfadó a gran parte de los candidatos y a sus electores porque convocaban a votar solamente a Mauricio Macri de Cambiemos, el único que hasta el momento puede disputarle a Scioli una segunda vuelta.
Por otro lado, podemos ver reflejado el agotamiento de un gobierno nacional que sólo concentra sus propios votos y no tiene forma de crecer desde otros sectores.
Ahora bien, los encuestadores plantearon muchas dudas acerca del resultado final y algunos cálculos que se animaron a hacer parecen estar alejados de la realidad.
Para comenzar, se dijo que el único que le podría ganar a Scioli en un posible balotaje era el candidato de UNA, Sergio Massa, algo que resulta falso ya que los propios dirigentes de ese frente comenzaron a huir a las filas del kirchnerismo. Así, en una segunda vuelta entre ambos, ganaría Scioli y no Massa.
Macri tiene muchísimas más posibilidades porque está atrayendo los votos ‘anti K’, si se quiere, y que son mayoría. El voto peronista/kirchnerista ya no posee la fuerza de llegar en un mano a mano con un candidato de la oposición bien definido como el del PRO.
Otro de los encuestadores decía que Massa estaría ganándole a Macri y posicionándose en segundo lugar, algo también falso. Ni los propios dirigentes de UNA se quedan al lado de su candidato, menos aún su electorado, y sobre todo el sector de José Manuel de la Sota, que mantiene un caudal de votos sumamente ‘anti K’.
También se habló que Margarita Stolbizer obtendría el 6% de los votos el próximo domingo, aumentando desde los 3 puntos aproximadamente que obtuvo en las PASO. Gran parte de sus votantes irán hacia lo seguro para ganarle a Scioli y eso refiere nuevamente a Macri.
Apunto a que no podrá ni retener lo que logró en agosto, quizás llegue a un 2,5% o 2%.
Por otra parte, es probable que el candidato del Frente de Izquierda, Nicolás Del Caño se posicione mucho mejor, logrando conservar los votos de las demás izquierdas que no pasaron el techo de las PASO. Puede dar el batacazo y hasta quedar por encima de Stolbizer, ubicándose en un histórico 4to puesto.
En relación a Macri, el caso de Fernando Niembro no parece haber impactado demasiado. Se dijo que había perdido varios puntos por esto pero resulta ser lo contrario. Nadie le da más de 30% y aquí habría una subestimación debido a que existirá más volatibilidad de los que muchos se imaginan.
Y finalmente, Scioli no llegará a ganar en primera vuelta y hasta dentro del propio kirchnerismo más duro ya lo saben, aunque se haya instalado que la elección está definida.
El tema principal en esta elección 2015, donde se juega el futuro del país, será la fiscalización de todos los partidos políticos, porque sabemos bien que luego del caso de Tucumán, hay que defender el voto de todos y cada uno.
Un resultado con fraude puede cambiar la historia por completo y condenarnos a 4 años más de kirchnerismo.
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